Mis primeros días en Vientiane
coincidieron con la 9th ASEM Summit (Cumbre de los países de Asia y Europa) por
lo que la ciudad estaba literalmente tomada por fuerzas de seguridad y
militares. Cada 100 metros había un guardia, un policía o un militar apostado
en cada calle, en cada esquina y los coches oficiales y todo su séquito
recorrían la capital de un lado a otro constantemente. A pesar de que más de
uno pueda pensar que esto puede arruinarle las vacaciones a cualquiera pues hay
muchos momentos en los que debes pararte para dejar paso a los coches o que
estás permanentemente observado, a mi me parece que le dio a la ciudad una vida
que habitualmente no tiene y además se tiene una gran sensación de seguridad en
un país en el que a las cinco de la tarde es completamente de noche, por lo que
ver caminar sola sabiendo que cada diez pasos vas a encontrarte con un policía
da una extraña sensación de tranquilidad.
Laos es un país enorme, pero está
muy poco poblado, por ello cuando la Cumbre se terminó la ciudad quedó sumida
en el silencio, a las 10 de la noche todo se apaga o está cerrado y hay muy
pocas personas caminando por la calle.
Los primeros días los dediqué a
visitar la ciudad de cabo a rabo a pie, visitando el National Cultural Hall:
La
That Dam Stupa, también conocida como la estupa negra:
El Presidential Palace,
cerrado al público, solo se puede admirar desde fuera...
Y el símbolo de la
ciudad, el Pra Tou Xay, o arco del triunfo, construido en homenaje a los
laosianos caídos en las guerras anteriores a la revolución. Este último está situado en la principal
avenida de Vientiane: la Lane Xang Avenue Rd, que, puede que debido a la
influencia francesa, tiene un cierto aire a los Champs Elysees, una larga
avenida con los árboles iluminados con leds azules por las noches y coronado al
final por este gran Arco.
Junto al río Mekong se encuentra
el Chao Anouvong Park, este parque contiene la estatua de Anouvong, gobernante
del Reino de Laos desde 1804 a 1829. Sus planes de rebelión por la independencia
de Laos fueron reprimidos cuando su ejército llegó casi hasta Bangkok y aunque
huyó hacia los bosques finalmente fue capturado y ejecutado.
Anouvong también ordenó construir
el Wat Si Saket, el templo más antiguo de Vientiane. Construido entre 1819 y
1824 alberga innumerables figuras de buda hechas en plata y cerámica, colocadas
en pequeños nichos. Además se pueden admirar más de trescientos budas sentados
y de pie.
Pero sin lugar a dudas el
monumento más importante de Laos es la estupa dorada de Pha That Luang, símbolo
de la religión budista pues cuenta la leyenda que unos misioneros construyeron
aquí una estupa para custodiar un trozo del esternón de Buda en el s. III a.C.
Nuestro
último día en Vientiane cogimos un autobús de línea y nos dirigimos al Parque
de los Budas (Xieng Khuan) a unos 25kms. del centro de la ciudad. Para quién
decida hacer el mismo recorrido que nosotros le advierto que el viaje dura
aproximadamente una hora desde la estación de autobuses del centro y hay que
bajarse en la última parada antes de cruzar la frontera con Tailandia, después
se pasa a un autobús más pequeño y destartalado para llegar hasta el Parque.
El Parque es una combinación de esculturas budistas e hindúes construido por el sacerdote Luang Pu. Las esculturas llaman la atención por su llamativa representación de las tradiciones de ambas religiones. Una de ellas, a la que se puede acceder por su interior para llegar hasta la cúspide y observar todo el parque es de las más imponentes. Además, hay una enorme escultura de un Buda recostado de unos 40 metros de largo.
En el siguiente post nuestro destino número dos: Savannakhet...
Me encanta el arco del triunfo y el parque! sigue impresionando el contraste de riqueza de los maravillosos monumentos con la situación social de estos países.
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