Día 4
Nos
vamos de Hualien a media mañana así que madrugamos y nos acercamos a conocer la
costa, ayer había tocado montaña, hoy playa… Hualien tiene unas playas
infinitas con una gran belleza… Tenemos poco tiempo para disfrutar de la vista
así que después de unas fotos ponemos rumbo a la estación de tren, donde antes
tenemos que devolver la moto.
Vuelta
a Taipei en tren y de allí al aeropuerto, nos vamos a las Islas Peng-Hu,
también conocida como Isla de Pescadores (nombre dado por los portugueses) está
conformado por 64 islas y se encuentra a menos de una hora en avión de Taipei.
Cuando
llegamos nos sorprende una chica con una niña de dos años esperándonos en el
aeropuerto. Es la dueña de la casa donde nos vamos a alojar allí y ha venido a
recogernos.
Llegamos
a su casa, un chalet precioso cerca de la costa y nos muestra nuestra
habitación, que cuenta con baño dentro y es simplemente estupenda… También nos
ofrece algo para casero para cenar que está delicioso y nos ayuda con la
organización de nuestra excursión para el día siguiente. Se vuelca con nosotros
y es encantadora! Y aunque la niña habla chino y yo no pues nos divertimos un
rato jugando…
Nos
comenta que el tifón que se acercaba se ha convertido en un super-tifón (porque
son tres) así que a lo mejor no podemos disfrutar mucho de las playas…
Al
día siguiente después de desayunar ella misma nos alquila una moto y nos vamos
a conocer las islas, bien abrigados, el viento y el agua esta vez sí forman
parte de la excursión.
Hemos
visto todos los lugares turísticos y hemos probado el helado de cactus, famoso
al parecer aquí, y que por cierto está buenísimo así que decidimos guarecernos
en algún sitio en el que poder comer algo caliente y secarnos… Encontramos un sitio en el puerto que servía
una comida deliciosa: el Alhali Café.
Después
decidimos regresar a la casa a darnos una ducha caliente, un libro y descansar…
suficiente turismo por hoy con el super-tifón!
Día 5
Unos
golpecitos en la puerta nos despiertan temprano, la chica de la casa nos avisa
que el sol ha salido y que nos vayamos a la playa rápido, así que le hacemos
caso!
Que
bonitas son las playas de Peng-Hu, y que ganas tenía de bañarme en un mar que
no estuviera caliente! Y saltar olas!
Por
suerte para nosotros a los asiáticos no les gusta ponerse al sol y no hay un
occidental en kilómetros a la redonda, así que las playas son para nosotros y
es un lujo impagable poder disfrutarlas a solas!
Nuestro
avión de vuelta a Taipei es por la noche así que decidimos aprovechar un poco
la tarde y visitar lo que nos queda y algún que otro templo que encontramos por
el camino… y entonces suena el teléfono, son las 5 de la tarde y nos informan
que, debido a la proximidad del tifón, nuestro vuelo sale en una hora!!!!!
Menos mal que estamos cerca de la casa, cuando llegamos la dueña nos espera con
la niña dentro del coche, las maletas en el maletero y el motor encendido,
dejamos la moto y nos subimos al coche… aún estamos empapados de bañarnos en el
mar…
Cuando
llegamos al aeropuerto corremos, con nuestra anfitriona a la cabeza, hacia el
mostrador de facturación, hemos llegado a tiempo, nos despedimos
agradecidísimos con ella y la peque y pasamos el control.
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