martes, 31 de julio de 2012

Islas Phi Phi


Cuando mi amiga Ángela me dijo que venía a Singapur casi un mes nos pusimos manos a la obra para visitar juntas parte del sudeste asiático y organizamos un viaje alucinante por varias ciudades de Camboya y Tailandia.


Con la ventaja que da haber visitado ya todas las ciudades, excepto las Phi Phi, pudimos movernos rápidamente y aprovechar todo lo posible los pocos días que íbamos a estar en cada sitio. Os dejo los enlaces de las ciudades que visitamos y de las que ya había escrito en el blog anteriormente. Seguimos casi el mismo itinerario que ya había realizado en mi primer viaje...

Siem Reap
Phnom Penh 
Bangkok 

Islas Phi Phi
Y por fin llegamos a las islas Phi Phi, sueño de nuestro fin de las vacaciones y del relax que necesitábamos después de un largo viaje de caminar constantemente. Que fuera época de lluvia nos preocupó en principio pero de los cuatro días que íbamos a pasar allí solo nos llovió el segundo, que utilizamos para hacernos un masaje, pasear y comprar en los puestecillos de la calle.


Durante nuestro viaje a las islas leí que habían sido totalmente devastadas por el tsunami de 2004 y con ello el temor de la gente a viajar a esta zona, lo que supuso enormes pérdidas a los lugareños que viven del turismo, pero como ya he podido comprobar en otras zonas de Asia el poder de recuperación y el ritmo para volver a empezar es casi instantáneo, y actualmente todos los hoteles, tiendas y restaurantes están totalmente rehabilitados y lo único que recuerda la tragedia son las señales que muestran el camino para la evacuación en caso de que se volviese a repetir.

Las Phi Phi no se parece en nada a lo que yo habría imaginado, después de Krabi (Tailandia) y Tioman (Malasia) imaginaba una isla de aguas cristalinas, con cuatro bungalows y una tranquilidad total, pero ya el viaje en ferry desde Phuket me hizo darme cuenta de mi equivocación. Para empezar la isla es mucho más grande, mucho más explotada para el turismo y la gran parte de los que la visitan son jóvenes con muchas ganas de fiesta.


Por suerte nuestro alojamiento estaba en un extremo de la isla, en la zona tranquila, lejos de la fiesta y con la playa más limpia. 

Por el día la isla ofrece multitud de cursos de buceo y excursiones a otras islas, o alquilar una tumbona por un bajo precio durante todo el día, al menos hasta las seis de la tarde, hora en la que se pone el sol. Por la noche se convierte en un despliegue de restaurantes, puestos nocturnos y bares en la arena llenos de música y luz con espectáculos de fuego.




Once días después volvimos a Singapur más morenas, cansadas y con ganas de darnos un larga ducha con la presión adecuada!! (este es otro tema que trataré algún día en el blog), pero sobretodo muy felices, por mi parte por haber disfrutado de unas vacaciones estupendas con mi amiga y haberle podido mostrar algunos de los sitios que adoro de esta parte del mundo!

P.D.: Y vosotros... donde vais a pasar vuestras vacaciones?