domingo, 9 de septiembre de 2012

Filipinas, parte III: Isla de Malapascua


La isla de Malapascua recibe este nombre de unos colonizadores españoles que encallaron aquí un 25 de diciembre debido al mal tiempo. Al tener que pasar las navidades lejos de casa y en una isla desierta bautizaron a esta pequeña isla del sur de las Visayas con este nombre.

 

Aún es una isla de difícil acceso y poco transitada por turistas, los lugareños siguen viviendo en casas construidas con maderas por ellos mismos y donde los niños corretean por todas partes. 



Como nos habían encantado los fondos marinos de Panglao decidimos hacer una excursión similar en esta isla, así que un barco tripulado por lo que parecían tres niños casi adolescentes pero con muchísima destreza y un manejo increíble nos llevaron a ver zonas de coral y familias de peces payaso o como ya los llaman allí peces Nemo (Disney llega a todas partes!)



Así termina nuestro viaje por Filipinas, seguro que volveremos a explorar otras islas!!!

Y vosotros… donde habéis pasado el verano??

Filipinas, parte II: Isla de Panglao


La isla de Panglao es un paraíso de arena blanquísima, palmeras y agua cristalina. Esto unido a que nuestro hotel estaba en plena playa y teníamos una vista privilegiada desde nuestra habitación hizo que nuestra estancia allí fuera estupenda.



Al llegar contratamos un viaje en barco para el día siguiente que nos recogió en la playa a las 5 de la mañana y nos llevó a ver delfines y hacer snorkel en islas cercanas a Panglao. La primera parada después de divisar a los delfines fue para sumergirnos a ver un antiguo barco japonés hundido en la guerra. Es absolutamente increíble poder ver el barco en el fondo del mar. A esta parada le siguió otra para bucear entre cientos de peces de colores que nadaban a nuestro alrededor.


La tercera y más espectacular de las islas a las que fuimos fue la denominada Isla Virgen, una pequeña isla en forma de media luna, un paraje maravilloso de arena blanca, sin ningún tipo de edificación y completamente rodeada por estrellas de mar de colores.




Aunque fue una lástima dejar la Isla de Panglao aún nos quedaba una isla en nuestro viaje por visitar: Malapascua. En el norte de Cebú. Por ello pusimos rumbo lo más pronto posible pues el viaje era largo desde Panglao… volver a Tagbilaran, un ferry a Cebú, un autobús a Maya y de ahí un barquito a la Isla de Malapascua. Casi un día entero de viaje...

Filipinas, parte I: Bohol


Cuando pensamos en viajar a Filipinas nos costó escoger entre la cantidad de destinos e islas que ofrece el país. Decidimos que nuestro aeropuerto de entrada sería Cebú y desde ahí visitaríamos algunas islas más o menos cercanas que forman parte de la zona conocida por Las Visayas.

En cuanto aterrizamos un taxi nos llevó directamente al puerto donde pusimos rumbo hacia Bohol. Para llegar hasta esta isla, muy cercana a Cebú, cogimos un ferry hasta Tagbilaran y desde allí un jeepney (un mini autobús de colores, os dejo más abajo la foto) hasta Loboc, el último medio de transporte fue una moto que nos llevó a nuestro alojamiento en las cabañas de Nuts Huts.

Foto con un jeepney

Iglesia de Loboc

Estas cabañas están situadas junto al río de Loboc, en mitad de la jungla, y son la mejor opción para visitar en un solo día todo lo que ofrece la isla. Nuts Huts es un destino turístico en sí mismo, cierto es que es bastante complicado llegar y salir de allí. Los dos “peros” de este lugar, a mi parecer, es que por la noche hace bastante frío y solo hay un tipo de agua en la ducha: congelada!



A la mañana siguiente cogimos una barca río abajo que nos llevó de nuevo hasta Loboc donde nos esperaba un coche para visitar Bohol.


La primera parada fueron las conocidas como Colinas de Chocolate, más de 1200 montañas con dicha forma. Se desconoce cómo se formaron realmente científicamente por lo que os dejo la romántica leyenda local: "los conos son las lágrimas secas de un gigante inmortal llamado Arogo, que lloró por la muerte de su amada". Sea como sea, estar rodeados de estos montículos hasta donde alcanza la vista es un espectáculo impresionante.


Dejamos las Colinas para visitar al tarsero, el primate más pequeño del mundo. En el Centro de Visitantes del Tarsero un guía nos llevó hasta donde estaban situados. Al ser un animal nocturno por el día se colocan en algún árbol y se mantienen allí hasta caer la noche, por ello los guías de este lugar los localizan al amanecer para luego llevar a los turistas hasta ellos.

Nos dirigíamos hasta el centro de las mariposas cuando decidimos tomar un camino alternativo para visitar su famoso puente colgante. Este puente está situado en la ciudad de Sevilla, una de las tantas ciudades que conservan nombres de ciudades españolas tras su colonización.

Finalmente, la última parada fue en el Centro de Conservación de Mariposas, aquí un guía nos llevó a través del Centro donde literalmente cientos de mariposas volaban a nuestro alrededor y se posaban en nosotros mientras nos contaban las peculiaridades de este animal. Aquí os dejo la simpática foto que hacen los guías utilizando una mariposa real y colocando al visitante delante del cristal de manera que la perspectiva dé como resultado esta imagen...

Después de nuestro par de días en Bohol nuestro siguiente alojamiento estaba situado en la Isla de Panglao, afortunadamente está unida a Bohol por dos puentes y el coche pudo llevarnos directamente hasta allí...