domingo, 9 de septiembre de 2012

Filipinas, parte II: Isla de Panglao


La isla de Panglao es un paraíso de arena blanquísima, palmeras y agua cristalina. Esto unido a que nuestro hotel estaba en plena playa y teníamos una vista privilegiada desde nuestra habitación hizo que nuestra estancia allí fuera estupenda.



Al llegar contratamos un viaje en barco para el día siguiente que nos recogió en la playa a las 5 de la mañana y nos llevó a ver delfines y hacer snorkel en islas cercanas a Panglao. La primera parada después de divisar a los delfines fue para sumergirnos a ver un antiguo barco japonés hundido en la guerra. Es absolutamente increíble poder ver el barco en el fondo del mar. A esta parada le siguió otra para bucear entre cientos de peces de colores que nadaban a nuestro alrededor.


La tercera y más espectacular de las islas a las que fuimos fue la denominada Isla Virgen, una pequeña isla en forma de media luna, un paraje maravilloso de arena blanca, sin ningún tipo de edificación y completamente rodeada por estrellas de mar de colores.




Aunque fue una lástima dejar la Isla de Panglao aún nos quedaba una isla en nuestro viaje por visitar: Malapascua. En el norte de Cebú. Por ello pusimos rumbo lo más pronto posible pues el viaje era largo desde Panglao… volver a Tagbilaran, un ferry a Cebú, un autobús a Maya y de ahí un barquito a la Isla de Malapascua. Casi un día entero de viaje...

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