miércoles, 9 de julio de 2014

Tokyo - Día 1

Cuando llegamos a Tokio hacía frío, y casi era agradable el viento fresco tras siete horas de avión desde Singapur. Llegamos pronto, habíamos viajado toda la noche y podíamos aprovechar el día, un puente de cuatro días en Japón no es mucho y había que empezar cuanto antes. 

Un tren nos llevó del aeropuerto al centro de la ciudad y una vez allí localizamos sin mucho problema el hotel. Pequeñito, pero céntrico y limpio. Smile Hotel Tokyo Nihonbashi

Cuando uno piensa en Japón lo primero que se imagina son luces, rascacielos, robots, no? Pues nosotros no queríamos empezar así… nos quedaban cuatro días por delante y mucho que ver, así que nuestra primera parada, por recomendación de una amiga que vivió allí, fue Shimokitazawa, un barrio bohemio, las calles son estrechas y las casas bajas, predominan los pequeños cafés e innumerables tiendas de estilo vintage en los bajos de las casas, y por la noche se llena de gente joven  que disfruta de los restaurantes de la zona… En general, mucho encanto para una primera impresión.










Dejamos atrás Shimokitazawa y nos vamos a Roppongi, una zona de moda para salir, pero también donde se encuentran las Roppongi Hills y la Mori Tower, con sus 238 metros, en su mayoría oficinas, el último piso tiene un mirador abierto al público desde donde observar la ciudad de noche. Subimos y contemplamos Tokio. 




Frente a la torre Mori la famosa escultura arácnida de Louis Bourgeois.   





Después de ver la ciudad desde arriba volvemos al metro para irnos a cenar a Shinjuku. 
En general la comida ha sido deliciosa, las zonas más conocidas como Hibiya, Roppongi, Shibuya, Asakusa, etc, ofrecen una amplia y variada oferta de restaurantes. Si fue complicada de pedir porque todo está en japonés, pero siempre había alguna persona en el restaurante que nos pudo echar una mano traduciendo los diversos platos. 

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