miércoles, 11 de abril de 2012

Ho Chi Minh (Vietnam)

Suena el despertador. Son las cuatro de la mañana en Singapur, toca levantarse y emprender viaje. Vietnam y Camboya, ocho días por delante para descubrir todo lo que ambos países nos puedan ofrecer. Es poquito tiempo y hay que aprovecharlo al máximo. 

La ciudad de Ho Chi Minh queda a una hora y media de vuelo desde Singapur. Llegamos tempranísimo, sólo son las 8,25 de la mañana, pero el tiempo es oro y queremos empezar ya nuestra ruta de visitas. Nos recibe la mayor ciudad que tiene Vietnam, mucho más grande y próspera que su capital, Hanoi, en el norte el país. Es un lugar caótico, el tráfico monopoliza casi por completo la imagen de la ciudad. Si en un anterior post os hablaba del exceso de motos en Yogyakarta, el número es ridículo al lado de Ho Chi Minh, y sobre las cabezas de la población el liante y rocambolesco cableado de la ciudad es lo que más llama la atención. 


Cuando pensamos en Vietnam, pensamos en la guerra, en un país devastado por sus consecuencias y en proceso de recuperación, al menos eso era lo que yo pensaba antes de llegar… Ho Chi Minh, el antiguo Saigon como sus habitantes siguen llamándola, no es para nada como yo lo habría imaginado. Saigon es una ciudad con una gran actividad, con un frenético ritmo vital y que guarda preciosos tesoros arquitectónicos, y nosotros fuimos a conocerlos: 

Catedral de Notre Dame. Construida entre 1877 y 1883 es la mayor iglesia que los colonos franceses construyeron en Vietnam. Es un precioso edificio de color rojo intenso situado en pleno barrio gubernamental, el distrito 1. A su alrededor tuvimos la suerte de ver a varias parejas de novios celebrando su boda o sacándose las fotos de boda, y digo tuvimos suerte porque el número de cristianos que hay en Saigon y celebran su boda de forma occidental no es muy abundante. 



Oficina Central de Correos. Justo al lado derecho de Notre Dame, es un precioso edificio colonial, construido a finales del s. XIX por el estudio de arquitectos de Eiffel. Su atractivo es su inmensidad y su mobiliario de madera antiguo. El edificio está presidido por un enorme retrato de Ho Chi Minh. 


Palacio de la Reunificación. Se construyó en 1966 para que fuera el palacio presidencial de Vietnam del sur. Situado también en el distrito 1. El terreno en el que está situado es enorme, con un impresionante despliegue de jardines a su alrededor. El 30 de abril de 1975, día de la rendición de Saigón, un tanque comunista destruyó la puerta principal. Es lo único que ha sido reparado, el resto de los salones y habitaciones se pueden visitar tal y como eran. El tanque, y su significado como momento de la reunificación de Vietnam, se conserva en uno de los jardines. 

Pagoda del Emperador de Jade. Muy complicada de localizar debido a que su altura no es la habitual de una pagoda. Está considerada una joya entre los templos chinos. En su interior se guardan fantasmagóricas estatuas de divinidades. Fue construida en 1909 por la congregación cantonesa. 


Museo de la guerra. Decir que documenta las atrocidades del conflicto no sería cierto. El museo es partidista, con un gran despliegue de fotografías sobre las víctimas, los enfermos y, en muchos casos, con los nombres de los culpables americanos bajo ellas. Nadie puede negar, evidentemente, que Vietnam fue arrasado y su población masacrada injustamente, consecuencias que siguen pagando en malformaciones y enfermedades por las armas químicas, pero el museo solo aporta un punto de vista, nada sutil y que deja un sabor agridulce. 




(Más cosas de Saigón en el post: Túneles de Cu Chi)

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