miércoles, 11 de abril de 2012

Phnom Penh (Camboya)

Dejamos Vietnam y pusimos rumbo a Camboya. 300km nos separaban de Phnom Penh, increíblemente la minivan que nos llevaba tardó seis horas en cubrir ese trayecto, y no es que precisamente fuera despacio, entre la velocidad, los baches y la locura de conductor que llevábamos hacía que los conductores de Egipto pareciesen tranquilitos a su lado. Llegamos a Phnom Penh hacia las 2 del mediodía. 

Es difícil no enamorarse de Phnom Penh, la ciudad se alza al borde del río Mekong, es grande, amplia, con enormes plazas y jardines. Cientos de cafés de estilo francés acogen a los paseantes, los tuc-tuc recorren las calles a modo de taxis y la gente es amable y siempre está dispuesta a bromear. 


Pero esta sociedad, dañada por los crímenes del genocidio de Pol Pot y los jemeres rojos, todavía se encuentra en fase de recuperación… Os cuento la historia de la peor cara de Camboya en el post: Los Campos de la Muerte de Choeung Ek y el Museo Tuol Sleng. 

Nuestra primera parada en Phnom Penh fue visitar el Palacio Real, muy similar a los palacios que ya habíamos visto en Bangkok, es la residencia oficial del rey, por lo que algunas partes están cerradas al público. Su construcción de estilo khmer y ornamentos dorados se guardan tras los grandes muros que lo protegen. En su interior se encuentra la Pagoda de Plata, cuyo suelo está cubierto por 5000 azulejos de plata brillante. La pagoda alberga en su interior la estatua de un buda de cristal de Baccarat sobre un pedestal de oro. Justo ante él está situado un Buda de oro a escala natural, recubierto con diamantes. 



El Wat Phnom es el punto más alto de la ciudad, una zona arbolada de solamente 27m. de altura. Esta es su historia: la leyenda cuenta que la primera pagoda que hubo en este lugar se levantó en 1373 para albergar cuatro estatuas de Buda arrastradas por las aguas del Mekong. Fueron descubiertas por una mujer llamada Penh, de ahí el nombre de la ciudad: Phnom Penh, cuyo significado es “colina de Penh”. 


Monumento a la Independencia. Una enorme rotonda en el centro de la ciudad recoge el majestuoso monumento a la Independencia y que también conmemora el recuerdo a las víctimas de la guerra camboyanas. 

Mercado de Ben Thanh, situado en el centro de la ciudad, el mercado es una locura de puestos de ropa, accesorios y diferentes complementos para la casa. Como es de esperar el regateo está a la orden del día y los vendedores no dudan en cogerte del brazo y llamarte insistentemente para que veas su tienda. 


Navegar el Mekong era una experiencia que no queríamos perdernos, así pues, decidimos regresar a Saigon a través del río para coger el avión de vuelta a casa. Lamentablemente en esta época de año el río lleva poco agua y solo pudimos hacer la mitad del trayecto, desde Phnom Penh hasta Chau Doc, un pueblecito situado pasada la frontera. De ahí a Saigon completamos el viaje en autobús. En total, 13 horas de viaje. La experiencia náutica fue estupenda y la disfrutamos un montón, lo mejor sin duda bajar del barco en medio de la nada, subir por una madera y llegar a un pequeño puesto fronterizo para pasar las aduanas, increíble!


Frontera

¿Os ha gustado Phnom Penh? Pues aún queda más... sigue el siguiente post!!! 

3 comentarios:

  1. Tan!!!! me dejas impresionado con tus posts!!! estás hecha toda una reportera de primer nivel!!
    La verdad es que ya te podían contratar los de las guías de Lonely Planet para que les actualizases sus guías.
    Aunque te escribo poco (o nada) debo confesar que te sigo mucho (y en la FPA también vamos estando todos a la par de tus hazañas :-))
    Te mando un beso enorme y sigue deleitándonos con estos posts tan interesantes y divertidos!!

    Un besote,

    Borja (FPA)

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    1. Holaaaa!!!! Que tal?? Me alegro mucho de verte por aquí y muy agradecida por tu comentario!!!
      Yo si que no os escribo nada directamente, pero esta es mi herramienta para manteneros al día y contaros todo lo que estoy viviendo, que es alucinante y una gran experiencia.
      Espero que tú también estés muy bien, y pasaré a veros en cuanto pose un pie en Asturias que será prontito prontito!
      Muchos besos.

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    2. Me ha encantado esa ciudad!! Kiero ver masssss!!!
      Por cierto, quiero un budha de esos, de los de oro y diamantes.

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